Esa es una expresión que todo el tiempo, o bueno, en realidad no todo el tiempo porque estaría generalizando y sería como decir, que las 24 horas del día, los 60 minutos de cada hora y los 60segundos de los minutos que tiene 365 días al año, estaría yo pensando en “yo sé lo que tengo que hacer”.
Y por esa razón sería un mentiroso al decir que “todo el tiempo” cuando en realidad solo son unas o alguna ocasión que se ha pasado ese pensamiento por mi mente.
He escuchado y leído decir que “nosotros somos los creadores de nuestra realidad”, incluso, lo incluyo en mis discursos con personas que buscan y saben qué hay algo más de lo cual a veces no somos conscientes.
Se dice que la vida es la creación de cada pequeño acto, cada acción, cada decisión y nuevamente… acciones que tomamos en el día a día.
Entonces… ¿que estoy haciendo?
¿Qué estoy haciendo en este momento?
Y allí… entramos a analizar, o más que analizar… hacernos conscientes de que estoy en un momento eterno y presente donde no se qué acciones pueden estar tomando los demás para así enfocarnos en las nuestras.
Cada persona está pensando desde su punto de vista, desde sus experiencias, sus habilidades y acciones.
También esa persona terminará en un futuro diferente.
Al igual que yo. Al igual que tú.
Por eso, es tan importante en enfocarnos en lo que nosotros estamos haciendo… y es importante que eso que hagamos en el presente sea lo mejor que estemos haciendo, sin tomarnos cosas personales, comprendiendo que mis suposiciones son solo eso, suposiciones y que no hay necesidad de suponer, solo dejar que la vida fluya y finalmente, y muy importante… cuidar mis palabras.
Estas pueden ser tan maravillosas que se transforman en tus guías de vida. Cuando confías y aprendes que puedes morir incluso ahora mismo, descubres la importancia de tus acciones y de vivir con la máxima intensidad cada segundo haciendo lo que te hace realmente feliz.
Entonces… ¿sabes realmente lo qué tienes que hacer?