Llega un momento en la vida en el que te hartas de muchas cosas y lo único que quieres es alejarte de ellas. Para mí, la vida debe ser fácil; de hecho, muchas personas excepcionales me lo han dicho: nadie debería venir al mundo a sufrir o luchar. Incluso, no deberíamos ni siquiera esforzarnos, ya que ni siquiera la misma Tierra se esfuerza por girar.
El universo nos creó para ser felices, libres y llenos de amor y abundancia. Sin embargo, la programación de carencia del ser humano ha llevado a muchos a una vida de sufrimiento y lucha.
Las relaciones deben ser para compartir, brindar apoyo, amor, respeto, empatía, libertad, realización, reconocimiento, y no para autodestruirnos. Aquellas relaciones que se basan en insultos, agresiones y odio, en realidad, no llevan a ningún lado; directo al abismo de la desgracia.
Lo mejor es mantener distancia de todo lo que no se alinea con nuestros sueños o nuestro estilo de vida deseado. El mundo no debe cambiar para que logremos nuestras metas. No. Nosotros debemos cambiarnos a nosotros mismos para que nuestro mundo cambie a nuestro favor.
Continúa tu camino, aprende a soltar y a liberarte de las cosas y personas que quizás ya no resuenen con tu mensaje. Nunca permitas que otros dañen tu corazón ni que te llenen de sus propias inseguridades.
La vida es demasiado corta como para pelear y perder el tiempo en cosas que no te brinden paz.
Para finalizar, pido a Dios que abra los caminos de todos mis lectores, seguidores y detractores. Envío amor a cada uno para que sus vidas estén siempre llenas de felicidad, plenitud y mucha armonía. Ruego al universo que nos libere la sabiduría, la luz y la guía que tanto necesitamos.
Gracias por ser parte de mi camino y por amar lo que soy.